martes, 28 de enero de 2014

Cena (inolvidable) en el Restaurante El Yantar (Venta del Moro)

Este sábado tocó trabajar y no pude solazarme con mi típico pantagruélico almuerzo. Había que desquitarse y con una cuadrilla de amigos acudí a cenar al restaurante "El Yantar" de Venta del Moro que estrenaba nombre y logotipo, pues hasta el momento se ha llamado restaurante Ventamorino. "El Yantar": bonita palabra castellana que antiguamente se empleaba para esa tarea que tanto nos gusta y une en este blog: comer. Este restaurante desde hace unos pocos años está regentado por Carlos Cervera y su madre Pilar que combinan sabiamente la cocina de la tierra con la innovación. ¡Qué noche madre!
Empezamos con una entrada de quesos con trufa, patés e higos y una extraordinaria ensalada de canónigos, queso fundido, bacon, tomate cherry, crema de Módena, etc.
Seguimos con unas foundes de queso con mermelada de arándanos y una cama de pimiento asado, jamón serrano a la plancha y queso camembert.
Ahí no paró la cosa. El siguiente plato era patatas al montón con jamón, huevo y una tulipa con la yema del huevo (¿no se les hace la boca agua?).
¡Qué no acaba ahí la cosa! Dijimos que la cocina comarcana estaba bien representada. Pues sí, porque salió una excelsa atascaburras (ajo arriero) tan fina como buena.
Para rematar el condumio una soberbia caldereta de jabalí que se deshacía en la boca de lo tierna que estaba (y eso no es fácil) y un conejo en salsa picantoso de los que marcan época.
La cena requería un buen postre y a fe que que lo tuvimos: una torrija de la casa con helado de mandarina y una espuma de café con chocolate, ambos delicias para los golosos (y lo somos).

¿Se puede pedir más? Pues sí, porque todo ello fue aderezado por buenos vinos blancos y rosados de El Parreño (Venta del Moro) y unos cubalibres y gin tonics finales soberbios administrados por Julio. El servicio magnífico.
Una cena inolvidable.



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